domingo, 27 de junio de 2010

De Yichang a Wanzhou, en barco por el Yangtze

El Yangtze, con sus 6.300 km, es el mayor rio de China y el tercero del mundo; nace en la región sudoeste de China y atravesando Tibet y otras 7 provincias de este país, desemboca al norte de Shangai.
La zona de las 3 gargantas es la más conocida por sus desfiladeros de roca esculpidos por el pasar del agua. En algunas partes llegan a los 300 m mientras que en el punto más estrecho son de aproximadamente 100 m.

Por todo esto, y porque no nos alejabamos tanto de nuestro siguiente destino que era Chengdu, decidimos ir a cruzar el Yangtse, asi que tomamos el tren a las 9 de la mañana en Xian y llegamos esa noche a las 01:00 a Yichang, donde nos esperaba el señor del hostel donde habíamos reservado esa noche.
Este viaje de 16 horas lo hicimos en asiento duro, ya que era un viaje de dia y la diferencia entre estar sentada o tener litera es bastante grande.
Como experiencia estuvo bien, tantas personas por vagón, codo con codo, pierna con pierna, la bolsas de unos y de otros, la comida, la bebida..nos sentimos como unas chinas mas, rodeadas de toda aquella gente que nos miraba con curiosidad, y que de vez en cuando nos hablaba con timidez y entre risas.
Lo peor fue cuando Olga fue a pedir una cerveza a la azafata del vagón y al preguntarle cuanto costaba quitó la etiqueta con el precio y le pidió 5 CNY. Una cosa es que nos timen por ser turistas y otra que lo hagan tan descaradamente!

Algo que a mi me gustó mucho y que amenizó las eternas horas en aquel tren fue bajar en cada parada y ver como los chinos acercaban sus carros con comida que ellos habian preparado, gritaban para que la gente saliera y metían en bolsitas de plástico (take away) la raciones de noodles, de pollo, maiz, dumplings..o lo que fuera que vendieran. Yo por supuesto hice mis compras también y no solo estaba bueno sino que era barato...Adoro la comida china..

La llegada a Yichang, ciudad con 4 millones de habitantes, fue dura ya que estábamos muy cansadas de tantas horas sentabas en aquellos asientos duros. El señor del hostel vino a buscarnos y nos llevo a su hostal, que estaba a media hora en coche de la estación de tren. Nostras estabamos muy extrañadas de todo esto, no sabíamos que estábamos tan lejos..Al llegar al hostel, hicimos el check in y hablamos hasta las 3 de la mañana con la recepcionista sobre el crucero del Yangtse y de la presa de las 3 gargantas. Clarisimamente, nos querían vender el viaje, y nosotras queríamos que nos dieran la dirección o numero de telefono de la oficina de turismo de CHina para que ellos nos ayudaran a la mañana siguiente.
Al de casi dos horas de preguntas con pocas respuestas, mucho cansancio y deseperacion, conseguimos un precio razonable y un billete de barco para la mañana siguiente. Era el Hydrofoil (barco rapido de pasajeros) de Yichang a Wanzhou, que atraviesa las 3 gargantas en 6 horas y te deja en la siguiente ciudad de la que se puede coger el tren directo a Chengdu.
Y asi lo hice. Olga decidio quedarse un dia mas para ver la famosa presa de las 3 gargantas,la mas grande del mundo y hacer la travesia del Yangtze al dia siguiente.

A la mañana siguiente, o bueno, al de pocas horas de habernos metido en la cama, el señor del hostel me acompañó a la estación donde tomé el bus a la terminal de ferries de Yichang. Allí, me monté en el Hydrofoil, junto con un montón de chinos, ya que es un barco de pasajeros, no un ferry de turistas.


No había una cubierta exterior, solo unos pasillos con salida a fuera, que es donde pase la mayor parte del tiempo de las 6 horas que duró aquella travesía. Lo bueno de este barco es que los chinos que van en el, están entretenidos con las peliculas que les ponen o simplemente se duermen y nadie sale fuera a apreciar las vistas, sacar una foto...así que estuve bastante tiempo sola, mirando el paisaje.

En mi opinión no es nada del otro mundo, es bonito, pero sin mas. Hay un punto bastante espectacular por la altura de las colinas y la estrechez que toma el rio, también la niebla le da un toque misterioso...

En general me gustó, pero desde luego ni loca haría los 4 días de crucero que venden a la mayoría de los turistas de la zona..ufff Para mi 6 horas de ese paisaje fueron suficientes y en gran parte creo que se debe a los cientos de barcos que van por este mismo rio y por las miles de casitas de ladrillo a pie de colina que han sido abandonadas por las crecidas del rio y las inundaciones y que estropean el paisaje y la experiencia. Por otra parte, daba bastante pena sacar la cabeza por la ventana del barco y ver el humo negro que echaba aquello...

Aún así y con todo esto..fueron 6 horas agradables para mí, en las que me dí cuenta que se me acercaron muchos mas chinos a hablarme, creo que porque iba sola. Mi chino es practicamente...inexistente, así que hice lo que pude con las traducciones de la parte de atrás de mi guía de viaje y mi mejor intención. Ellos por su parte, te hablan, se rien y algunos te sacan fotos y luego te piden que te saques una con ellos..Muy majos estos chinos..

Tras estas horas de camino por el rio, llegamos a Wanzhou..

Tomé un taxi a la estación de trén por un tercio del precio que me pidieron inicialmente (mis habilidades de regateo han mejorado un montón y además un señor en el barco me había dicho cual era el precio real). Una vez más, tenía que pedir un billete de tren, en litera dura para llegar a Chengdu. La chica del hostel me lo había apuntado en un papel, pero la señora que me atendió veía un problema, me decía algo con cara de mala leche que yo no comprendía, así que con toda mi buena intención, cogí mi guía de viaje y utilicé las traducciones de la parte de atrás para pedirle litera dura para esta noche a Chengdu..Ella seguía poniendo cara rara y me dió un billete de tren que costó 68 CNY....Me parecía raro, muy raro...Decidí comer algo antes de montarme en el tren y matar así la hora de espera que me quedaba, así que me fuí a los puestillos de la calle, donde por 3 CNY me comí unos noodles estupendos aunque un poco picantes para mi gusto.

Llego la hora de tomar el tren y en seguida comprendí por qué mi billete era tan barato y lo que aquella señora trataba de decirme..Este tren no tenía literas, solo había asientos duros!
'Bueno...una experiencia más' me dije..eso si, esta vez sí que me sentí como una china más, dios mío...aquellas 9 horas de tren hasta Chengdu, tratando de dormir sentada en asientos de 6, es decir, 3 y 3 en frente...y por supuesto, yo en el asiento del medio..codo con codo...
Eso si, la gente encantadora, todo el mundo me hablaba y me preguntaba que por que iba sola, de donde era, por qué estaba en China, etc.. tuve suerte ya que la chica de en frente hablaba un poco de ingles y me traducía lo que los demás me decían...Yo les pregunté si era muy raro ver a alguien occidental y por qué me miraban tanto y me dijo que sí, que para ellos no era muy común ver turistas no chinos y que por eso les producía tanta curiosidad mi cara, mi mochila, mi libro (que todos cogieron uno por uno y trataron de leer y terminaron haciendo un chiste entre ellos, que por supuesto, yo no pillé..) y bueno..en general, alguien diferente a ellos..
Al de unas horas de charla, de leer y de tomar te con ellos, se me cerraban los ojos pero la incomodísima postura y el cargadísimo ambiente (solo algunos abrían las ventanas de vez en cuando) no me lo ponían nada fácil para dormirme..El chino de mi lado me ofreció el lugar de la ventana que acepté encantada y apoyando los brazos sobre la mesa y mi cabeza sobre los brazos (muy típico chino) conseguí dormirme un par de horitas entre cabezada y cabezada....Eran las 5 de la mañana, había llegado a Chengdu.

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